lunes, 16 de septiembre de 2013

El rito de la paternidad o maternidad: la compasión derrota a la envidia




No todo el mundo desea ser padre o está preparado para ello, aunque sintamos la llamada biológica para procrear. Si nuestros propios padres se quedaron bloqueados en el umbral y no superaron nunca esta iniciación, pueden habernos transmitido la maldición de ser incapaces de aceptar el reto que supone.
El padre que puede dejar al lado sus propias necesidades y atender las de su hijo, levantándole hasta el cielo, o la madre que puede cortar el cordón umbilical simbólico, es el progenitor que ha hecho su iniciación a un nivel profundo del alma. Esta persona está preparada para ser padre, más que para tener simplemente un hijo. Sus miedos e inseguridades se han curado hasta el punto de que puede  disfrutar de la libertad de su hijo y reír sin resentimiento porque su propia infancia ha quedado atrás. Cuando una mujer dice: “Quiero tener un hijo”, debería decir: “Estoy preparada para hacer de un niño el centro de mi vida e involucrarme en una maternidad creativa a medida que descubra las posibilidades de mi papel de madre”.
 Incluso quienes no han sido padres tienen la oportunidad, en algún momento, de ser mentores de otra persona o padres de una causa o proyecto importante, porque se aplican las mismas razones emocionales. La paternidad biológica significa aceptar cierto destino, afirmando: “La fuerza de mi cuerpo y de mi vida sacara adelante a este niño”. No me he quedado embarazada por accidente, y no traeré un niño a este mundo para arreglar una relación. Eres consciente de que él bebe va a sufrir, y que debes alimentarlo y protegerlo. Puedes asegurar las auténticas necesidades de tu esfuerzo y no te molesta el trabajo duro que vas a tener que  hacer.


Plantar una semilla o empezar un proyecto es fácil, pero tienes que cuidarlo muy bien para que tus hijos crezcan con seguridad. Un niño que viva con inestabilidad buscara fuera de la familia la estructura y las reglas que necesita. Los sociólogos han descubierto que las pandillas suelen sustituir a las familias numerosas al proveer de unas reglas estrictas sobre la lealtad, la conformidad y la jerarquía.

Empiezas con pasión, te quedas embarazada, llevas contigo la idea y la alimentas con tu fuerza vital. Si esta solo se dirige a sostenerte a ti mismo, no podrás crear nada. La biología reduce tu fertilidad si estas hambriento. Los dramas emocionales acaban con todos los nutrientes que necesita un proyecto.




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