lunes, 21 de octubre de 2013

EL ESPEJO: LOS SIGNOS EXTERNOS DEL ESTADO INTERIOR


Hola!
Te pido por favor: colócate frente a un espejo bien grande e iluminado. Ajusta el objetivo  de tu mirada para no caer en la autocrítica y trata de buscar una imagen de ti que sea amistosa, llena de curiosidad y de empatía contigo mismo…
¿Qué tal el retrato? ¿Te gusta? Lo sé, a veces la belleza y la grandeza de la mente no coinciden con las mismas características del cuerpo, y la energía intelectual no es acorde a la vitalidad física, pero no es un obstáculo, sino un desafío.
Es probable que por un momento vuelvas nostálgicamente al pasado recordando ese cuerpo como más bello, ágil y luminoso (tanto por fuera como por dentro), incluso quizás te de miedo pensar en el futuro…
Tu secreto es que dentro de ese cuerpo se esconde una mente vibrante, llena de ideas y planes. Sabes que para cumplirlos necesitaras mucha salud y energía; además, hay que llegar a sentirse feliz, ¿verdad? Parece que es una meta universal que nos ayuda a soportar todo lo que se refiere a trabajo, sacrificio, agotamiento, etc.
Vuelve a la imagen reflejada en el espejo, observa el cuerpo entero. ¿No crees que merece ser apreciado y bien valorado? Te doy algunas razones de por qué: es el vehículo que te lleva por la carretera de la vida; se encuentra diseñado para servirte durante unos noventa años (por lo menos). Entonces hoy es un buen día para empezar a quererlo y mantenerlo en el mejor estado posible.
No vamos a perder más tiempo posponiendo los arreglos, empecemos con los cambios y los cuidados ya, y te aseguro  que con pequeños pasos, pero firmes, se puede llegar al bienestar, a la salud y al rejuvenecimiento. ¡Sorpréndete!
Analiza y estudia a tu doble del espejo sin juzgar y además con una intención creativa y artística de retocar, refrescar y mejorarlo. Fija tu atención en todo lo que es externo (la postura, el pelo, los ojos, la cara, la piel, la lengua, la boca, el cuello, el pecho, la tripa, las manos, los pies, etc.) e interno (la energía, las defensas, la memoria, el sueño, el ánimo, la alimentación, los miedos, las digestiones, la circulación, etc.), sin olvidar las sensaciones ni las molestias.
Anota, por favor, tus observaciones y proponte unos objetivos reales sobre que te gustaría arreglar, mejorar y solucionar. Un plan claro, hecho paso a paso, respetando las prioridades.

¡Es importante ser positivo y objetivo!





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